viernes, 23 de mayo de 2014

Crisis, Deuda y Préstamos



Estamos de nuevo inmersos en una campaña electoral,  las elecciones al Parlamento Europeo, las primeras de un nuevo ciclo al que después le siguieran, la improbable consulta por el derecho a decidir, las municipales y finalmente las generales y las autonómicas.

No es de extrañar que en el contexto de emergencia social  en que vive la ciudadanía, traten de atemperar los ánimos y el descontento generalizado de la población, con campañas mediáticas  que aseguran que lo peor de la crisis ya ha pasado y que la economía se recupera lentamente, pero se recupera. 


Muchos de los datos en los que se apoyan los políticos “optimistas” son  interpretaciones  interesadas y deformadas, de las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto, de los datos del desempleo, o del comportamiento del precio de la prima de riesgo.


Los propios mercados financieros, dominados principalmente por  los bancos alemanes, son los primeros en promover y alentar esta  falsa visión y así poder mantener en el poder a los partidos que les garanticen la continuidad de sus recetas económicas de “austeridad” que solo favorecen a sus intereses y al de las clases dominantes.

Pero frente a este discurso, “optimista” que nos invita a seguir con los sacrificios económicos y la renuncia a los derechos sociales, como el últimos de los obstáculos a salvar antes de salir de la crisis,  la realidad abrumadora de la economía se impone, los  desahucios siguen aumentando, el paro de 6 millones de trabajadores no baja, y se extiende la pobreza en general y la pobreza infantil en particular.

Ninguna de las medidas de ajuste duro con las que pretendían salvarnos ha dado el resultado prometido, muy al contrario nos hunden cada vez más en la miseria.

Pero lo que tratan de ocultar tras esta pantalla de la falsa recuperación y el cínico discurso político del gobierno, es la  verdad sobre la tragedia que se nos avecina y que elimina toda posibilidad de esperanza en el futuro, si no reaccionamos a tiempo.

Este país tiene una deuda que ronda ya el 100% 100 del producto interior bruto, y que nos es fruto de los gastos sociales,  ni siquiera representa un porcentaje importante de ella, el inmenso despilfarro y la corrupción de nuestros gobernantes .Esta deuda es el  resultado  de un  hábil juego de manos, por el cual, los bancos han trasferido su deuda privadas al estado, convirtiéndola en  deuda pública.

Sus fracasos económicos, sus ambiciones  y delirios especulativos,  ahora se ha convertido en nuestra pesadilla en forma de deuda pública, y  la han trasferido  a la cuenta de las clases populares, que la estamos pagando en forma de impuestos y recortes.

Esta deuda impagable fuerza al estado  constantemente a solicitar  prestamos a los bancos alemanes con los que hacer frente a los pagos contraídos y estos a su vez,  nos imponen altos intereses, a la par que exigen más  y más recortes y más privatizaciones, para garantizar los nuevos pagos. Así la deuda va  aumentando en una espiral imparable donde queda comprometida toda la riqueza actual y futura del país.

Este es la forma por  cual, esta deuda ilícita y los prestamos asociados a ella, se ha convertido en el mecanismo de extorsión  con el que el capital financiero, con sede en Berlín y sus cómplices de la banca estatal, vacían nuestras bolsillos y poco a poco nuestras vidas.

Por eso ante el llamamiento  a estas nuevas s elecciones europeas, de una Europa cada vez menos democrática y entregada a los poderes económicos en la sombra, que nos gobiernan si presentarse a las elecciones,  los trabajadores tenemos saber que todos aquellos que nos convidan a más de lo mismo, mienten, que no hay salida para nosotros en el marco de esta unión europea  del capital si no rechazamos la deuda impuesta, ilegitima e impagable.

Solo desde No pago de la deuda y la salida del euro, será posible construir una propuesta política y económica al servicio de las clases populares.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo punto por punto. A ver si los ciudadanos despiertan. Podemos ha sido la sorpresa, pero tambien la esperanza de que las mentes den un paso adelante