El despido es la mayor agresión que puede sufrir cualquier trabajador durante su vida laboral, pero si hay un despido especialmente cruel, obsceno y anti social es el despido por estar enfermo, el despido por absentismo.
Despedir por absentismo es atentar contra el derecho a la protección de la salud y a todos los derechos con licencia retribuida, que esta sociedad democrática ha ido construyendo, para hacer compatible el trabajo con nuestra vida y el cuidado de nuestras personas más próximas.
Por eso cuando en la reciente reforma laboral se bajo el porcentaje de absentismo del 5% al 2,5%, a partir del cual se podía despedir más fácil, a los trabajadores que sufrieran enfermedades, cuyas patologías requieran continuos procesos de incapacidad laboral, y al resto, que en cualquier momento pueden encadenar algunas bajas seguidas, se ponía de manifiesto el carácter puramente mercantil que para el empresario tiene el trabajador, una mercancía que cuando pierde su valor uso como fuerza de trabajo, aunque sea de forma transitoria, deja de ser rentable y a de ser despedido de forma rápida y barata (20 días por año de los cuales 8 se pagan con fondos del estado FOGASA).
La gran finalidad de esta reforma es hacer sentir a todos los trabajadores, la soga en el cuello, el miedo y la renuncia a coger bajas y licencias que pudieran suponer despidos.
Con el despido del compañero Francisco Reyes, sin aviso previo, sin que en ningún momento la empresa se pusiera en contacto con el, para interesarse por su estado de salud, presentándolo como un caso extremo de absentismo la empresa pretende dar un golpe de autoritarismo para resolver el tema, por la vía rápida, sin dialogo, sin análisis, sin propuestas y sin otras soluciones posibles más que las del despido.
-Cuando se sabe que muchas de las incapacidades laborales etiquetadas como bajas comunes, están directamente relacionadas con las condiciones de trabajo, (Falta de personal, sobre carga de trabajo, aumento de los ritmos de trabajo) o son de origen profesional, de las que las mutuas y los servicios médicos de empresa se desentienden.
-Cuando se culpabiliza exclusivamente a los trabajadores del absentismo y se rechaza aplicar medidas de conciliación familiar.
-Cuando la empresa se niegan a abrir un debate con los representantes de los trabajadores sobre el tema, se ignoran las propuestas de mejoras de las condiciones de trabajo, se niegan los riesgos psicosociales y solo se presenta como un tema de competitividad, la empresa esta elevando el tema del absentismo a un conflicto de orden social y sindical.
El sacrificado es uno, pero los amenazados somos todos
No a los despidos por absentismo-Readmisión inmediata del compañero Reyes.