Tras agotar todos los intentos por llegar a un acuerdo para la
readmisión del compañero Eduard Palaus, y desconvocar los paros, finalmente estos se realizaron, tal como estaban previstos, los
días 11 y 16 de Febrero.
Después de abandonar sus puestos de trabajo y agruparse, los trabajadores de TITÁN 3, con los de TITÁN 2, se marchó hasta la sede de la dirección de la Empresa en TITÁN 1, donde permanecieron concentrados
durante la duración de los paros.
En la concentración
delante de las oficinas, se corearon gritos de Eduard readmisión, y al finalizar
la misma, el compañero despedido se dirigió a los concentrados para
agradecer, de forma emocionada, las muestras de cariño y solidaridad recibidas,
lo que provoco un largo y caluroso aplauso y que arreciaran los gritos de
readmisión dirigidos a la dirección de la Empresa.
Desde la sección sindical de co.bas, valoramos muy positivamente
el seguimiento de los paros, secundados de forma amplia por la plantilla de producción.
Para nosotros,lo más
importante, es que estos paros demuestran que la plantilla tiene la
capacidad y la voluntad necesaria
para de hacer frente a cualquier ataque
que perjudique nuestros derechos, ahora y en el futuro.
Pero más allá de las cifras, donde seguramente se refugiará la Empresa, aludiendo a la baja participación de oficinas y de los mandos intermedios, (donde se unen, a partes iguales, miedo y desclasamiento), estos paros expresan
claramente el sentir de los trabajadores, tanto de los que pararon como de los
que no lo hicieron, sobre el despido del compañero Eduard, por eso una vez más, y no nos cansaremos de repetirlo, pedimos a la dirección que rectifique su
decisión.
También denunciamos la incomprensible actitud de los
delegados de UGT, que en todo el proceso se han limitado a adherirse
tímidamente y siempre parcialmente, a los comunicados e iniciativas que desde
co.bas hemos promovido, negándose en
todo momento a convocar la asamblea, y no acatando después los acuerdos
aprobados por mayoría en la misma.
Por su parte la Empresa, en un comunicado unos
días antes de los paros, los calificaba como completamente desproporcionados,
acusando directamente a co.bas de no informar correctamente a los trabajadores sobre el contenido de las reuniones mantenidas entre el comité y la Empresa,(como si nuestro único objetivo fuera engañar y confundir, y los trabajadores no tuvieran criterio propio), e instaba a la plantilla a permanecer tranquilos y acatar la decisión de la empresa sin insubordinaciones.
Un despido injusto e innecesario, como quedo claro tras la
última propuesta del comité de huelga, rechazada por la empresa, sí que es un hecho realmente desproporcionado.
Si en la época de los "buenos años" de la economía, en la que
cada año incrementaban beneficios y ventas, la dirección no aprovechó la coyuntura para ser más competitiva y en la época de crisis tampoco se tomaron decisiones acertadas para resituarse mejor en el mercado de pinturas, ahora no es justo que los trabajadores paguemos los platos rotos, ni en forma de despidos, ni de externalizaciones, ni de reducción de salarios para los nuevos ingresos.