Todos sabemos el alcance de esta reforma, no hay excusas:
Despidos baratos, contratos precarios, reducciones
salariales, descuelgues de convenio, EROs
sin tener que estar justificados, liquidación de la negociación colectiva, si enfermas estarás en riesgo de despido, ….
Nos dicen que es la crisis, pero es la lucha de clase que
resurge con fuerza y en la que los
capitalistas buscan nuestra derrota total.
Pensar que no va con nosotros, que en esta empresa no, es
engañarse, más pronto que tarde lo intentaran.
Resignarse, instalarse en el desanimo, en el no se puede
hacer nada, es aceptar la derrota de antemano.
Hemos de levantarnos y luchar.
Los trabajadores deberíamos recordar que lo que ahora tratan
de quitarnos, nuestros derechos laborales, nuestros salarios, la educación, la
sanidad, no cayeron del cielo, ni emanaron del estado de forma natural, son el
fruto de las luchas a sangre y fuego de
los trabajadores que nos precedieron, tenemos la responsabilidad histórica de defenderlos, de
no entregarlos sin luchar, si no queremos defraudar a las siguientes generaciones.
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Los empresarios también debieran recordar, que esas leyes
son las que preservan la paz social y que una vez eliminadas volvemos a los
tiempos de las huelgas salvajes y las barricadas del siglo XIX. Grecia en llamas
después de cada huelga general es la realidad a la que nos empujan.
Todos a luchar, Todos a la huelga.