Sin prisas.
En los últimos meses un número importante de
trabajadores se han acogido a la oferta para salir de la empresa de forma voluntaria a
través de un proceso que les llevaría a alcanzar la jubilación anticipada.
Se trata
de acuerdos voluntarios a los que de forma individual han llegado ambas
partes; hasta aquí nada que reprochar.
Es una decisión personal, tomada en función de
diversas circunstancias, económicas,
de salud, familiares, etc.
Esta
formula, que no es nueva en la historia reciente de nuestra empresa, sirve a la
empresa para reestructurar la plantilla, en tiempos de crisis, reduciendo el número de trabajadores y sus costos salariales, sin recurrir al despido
directo, tiene su contrapartida para los trabajadores en activo, al no ser sustituidos quienes se marchan y recayendo sus tareas entre los demás.
En esta ocasión, esta medida viene acompañada de “argumentos
nuevos” que ayudan a forzar la decisión
del trabajador, primero el optimismo de unos cálculos económicos que nos permitirán
vivir sin trabajar y sin perdida de poder adquisitivo, para acto seguido
enumerar todos los males que de no aprovechar esta oportunidad pueden devenir
si te quedas, “pues no sabemos que será mañana de esta empresa ni de ti de
seguir la situación económica actual”.
Las prisas y las dudas ante la posibilidad de dejar
pasar la oportunidad se imponen en la mayoría de los casos.
Creemos que una decisión de este tipo ha de tomarse
con tranquilidad, y después de valorar de forma fría todos los factores y como
la empresa te lo va ha pintar todo muy bonito por eso te comentamos algunas
cosas ha considerar:
- Posibilidad de modificaciones en la actual ley de pensiones y la posible aceleración de la entrada en vigor de la edad de jubilaciones a los 67años,
- La congelación actual de las pensiones y futuros recortes de las mismas que mermen tu expectativas de lo que has de cobrar.
- Posibles modificaciones en las prestaciones por desempleo y las políticas de empleo
Otra vía más
selectiva y con la que no podemos estar bajo ningún concepto de acuerdo y que
en menor medida también ha utilizado la empresa con algunos compañeros, es
obligar acogerse a una "renuncia voluntaria", ofreciéndole mayores
beneficios de los que obtendría en el caso de que fuera despedido con la nueva reforma laboral.
Este tipo
de bajas solo lo aceptaremos cuando haya constancia de acuerdo por parte del trabajador
y no haya coacciones de ningún tipo, cualquier tipo de baja no voluntaria tendrá
nuestra respuesta sindical de solidaridad y sus medidas de presión.
Después
de lo dicho si decides irte suerte, si
decides quedarte aquí nos tienes para entre todos seguir luchando por mantener nuestras
condiciones de trabajo.