sábado, 30 de junio de 2012

Ceses “voluntarios”.

Sin prisas.
En los últimos meses un número importante de trabajadores  se han acogido a la oferta  para salir de la empresa de forma voluntaria a través de un proceso que les llevaría a alcanzar la jubilación anticipada. 
Se trata de acuerdos voluntarios a los que de forma individual  han llegado  ambas partes; hasta aquí nada que reprochar.
Es una  decisión personal, tomada en función de diversas circunstancias, económicas,  de salud, familiares, etc.
Esta formula, que no es nueva en la historia reciente de nuestra empresa, sirve a la empresa para reestructurar la plantilla, en tiempos de crisis, reduciendo el número de trabajadores y sus  costos salariales, sin recurrir al despido directo, tiene su contrapartida para los trabajadores en activo, al no ser  sustituidos quienes se marchan y recayendo  sus tareas entre los demás.

En esta ocasión, esta medida viene acompañada de “argumentos nuevos”  que ayudan a forzar la decisión del trabajador, primero el optimismo de unos cálculos económicos que nos permitirán vivir sin trabajar y sin perdida de poder adquisitivo, para acto seguido enumerar todos los males que de no aprovechar esta oportunidad pueden devenir si te quedas, “pues no sabemos que será mañana de esta empresa ni de ti de seguir la situación económica actual”.
Las prisas y las dudas ante la posibilidad de dejar pasar la oportunidad se imponen en la mayoría de los casos.
Creemos que una decisión de este tipo ha de tomarse con tranquilidad, y después de valorar de forma fría todos los factores y como la empresa te lo va ha pintar todo muy bonito por eso te comentamos algunas cosas ha considerar:
  •   Posibilidad de modificaciones en la actual ley de pensiones y la posible aceleración de la entrada en vigor de la edad de jubilaciones a los 67años,
  •  La congelación actual de las pensiones y futuros recortes de las mismas que mermen tu expectativas de lo que has de cobrar.
  •  Posibles modificaciones en las prestaciones  por desempleo y las políticas de empleo
Sin miedo.
Otra vía más selectiva y con la que no podemos estar bajo ningún concepto de acuerdo y que en menor medida también ha utilizado la empresa con algunos compañeros, es obligar  acogerse a una "renuncia voluntaria", ofreciéndole mayores beneficios de los que obtendría en el caso de que fuera despedido con  la nueva reforma laboral.
Este tipo de bajas solo lo aceptaremos cuando haya constancia de acuerdo por parte del trabajador y no haya coacciones de ningún tipo, cualquier tipo de baja no voluntaria tendrá nuestra respuesta sindical de solidaridad y sus medidas de presión.

Después de lo dicho si decides irte suerte,  si decides quedarte aquí nos tienes para entre todos seguir luchando por mantener nuestras condiciones de trabajo.