jueves, 6 de octubre de 2011

LA CRISIS, LOS SALARIOS Y LA NEGOCIACIÓN DEL CONVENIO

LA CRISIS
Durante los tres años que llevamos de crisis, hemos escuchado hasta la saciedad que la palabra crisis siempre encierra un doble significado “peligro y oportunidad”, ¿pero para quien es el peligro y para quien la oportunidad?. El reparto esta claro, en una sociedad donde la estructura económica y las relaciones de poder están en manos de empresarios y banqueros, las oportunidades serán para éstos y los peligros para los trabajadores.La patronal lo ha entendido rápidamente y una vez pasado el desconcierto inicial, donde incluso hablaban de refundar y poner topes al capitalismo, han pasado a sustituirlo por su versión más salvaje y primitiva. Con la clase trabajadora en estado de “shock “, una izquierda claudicante y unos sindicatos impotentes. Ahora es cuando hay que sacar el máximo provecho de la crisis, de impulsar “reformas” que garanticen despidos baratos, contratos basura, que rompan el espinazo de las leyes laborales y con ellas los últimos derechos que nos quedaban. Privatizar todo lo público, todo lo que aún quedaba fuera de la lógica del mercado, imponer recortes en sanidad, educación, pensiones y servicios sociales, para poder recapitalizar bancos con el dinero de todos.

LOS SALARIOS
Todas estas medidas que hemos enumerado anteriormente tienen un efecto directo sobre nuestros salarios, y más concretamente sobre nuestros salarios indirectos, que son aquellos que “cobramos en forma de acceso a la medicina, sanidad etc” de forma gratuita y que ahora deberemos empezar a pagar y que hay que descontar a los muchos años que llevamos de moderación salarial, cuando no de congelación. Así podemos observar atónitos como baja nuestro poder adquisitivo, mientras sube el consumo de artículos de lujo, como bajan nuestros salarios mientras suben indecorosamente los sueldos de los altos directivos, como nos suben los impuestos directos como el IVA, mientras bajan los impuestos de sucesiones o de patrimonio.

NEGOCIACIÓN DEL CONVENIO
Ante esta situación no es extrañar que se hayan dado unas negociaciones del Convenio extremadamente largas y durante muchas fases estancadas, sin prisas por llegar a acuerdos. Parte de la patronal saben que después de las elecciones el tablero de juego estará completamente de su parte y podrán seguir “aprovechando las oportunidades que les brinda la crisis” en formas de más reformas.Todos los sacrificios que ofrecen los sindicatos en forma de moderación salarial y actitud responsable, para llegar a un acuerdo, solo sirven para saciar temporalmente las exigencias de la clase empresarial, que pronto exigirá nuevas concesiones. Las fórmulas de diálogo social, de la época de expansión económica, ya no valen, nos han declarado la guerra. Y en una guerra el ejército que permanece permanentemente a la defensiva esta condenado a perder. Hay que pasar a la ofensiva, si no queremos perder por mucho tiempo. Algunos ya lo han entendido, el 15 M y los movimientos sociales, ahora hay que esperar que los sigan los sindicatos.Es la lucha de clase, que vuelve o que quizás nunca se fué, como nos querían hacer creer.