Las comparecencias públicas de los jefes de la
patronal no son habituales pero cuando se dan, es difícil que dejen
indiferente. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, explicó el miércoles
ante los medios de comunicación la visión de la patronal sobre la
coyuntura económica y sobre las reformas pendientes, tanto a nivel
externo, como la reforma laboral o la reforma de las pensiones, o las
internas que está acometiendo la Confederación.
Ante
las insistentes peticiones de Bruselas y del FMI para que se dé una
nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral, Rosell aseguró que espera
que la actual mejore de forma que se simplifique la ley. Rosell no es
partidario de que "los jueces puedan interpretar, los jueces están para
juzgar, decir que sí o que no", afirmó tajante el representante
patronal.
En su opinión, "la judicatura no tiene que
interpretar" la ley por lo que pidió que se haga la ley "más fácil, de
forma que no haya posibilidad de interpretación".
La
demanda de Rosell deja palpable el descontento empresarial por la
aplicación que está teniendo la reforma laboral. Pese a que
a priori se
había puesto un puente de planta a los despidos por causas económicas,
los tribunales están moldeando la reforma con sus sentencias y poniendo
muchas trabas a su aplicación. Como ya explicó eldiario.es, ya hay
50 sentencias que ponen límites a la reforma laboral, con los jueces fallando muy a menudo a favor de los trabajadores.
Los laboralistas respondieron rápidamente a la CEOE. Eduardo Rojo,
profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad Autónoma de Barcelona,
o Fabián Valero, el abogado laboralista que ha promovido la recogida de
miles de firmas contra las tasas judiciales, recordaron que la facultad
de interpretar la ley por parte de los jueces viene recogida en la
Constitución.
El jefe de la patronal pidió además que
la reforma laboral que se modifique aclare mejor el tipo de
documentación que el empresario debe aportar para el despido con causas
económicas, como por ejemplo los resultados de cuántos ejercicios.
Rosell pidió trabajar a favor de la potenciación de los empleos a tiempo
parcial y de los "miniempleos". Según Rosell, aunque estos trabajos de
baja remuneración y escasas horas "no son la solución, sí son un parche"
para momentos como los que pasa la economía española.
Más cauto que el Ejecutivo, Rosell aventuró que la economía puede
llegar a "un punto plano" en el último trimestre de 2013 o primero de
2014, por lo que no veríamos crecimiento hasta al menos bien entrado el
año que viene. "Hay una desaceleración de la caída", aseguró el
empresario catalán, que cree que si no se crece al 1% o 1,5%, "no se
creará empleo".