Con el despido de Francisco Reyes se han superado todos los límites.
Los hechos ya se conocen: Despido fulminante, sin mayores trámites y sin dudarlo un segundo. Toda nuestra solidaridad para Francisco Reyes. Le esperan momentos muy duros. La Dirección que dirige esta empresa, no le perdona su enfermedad, ni tiene clemencia.
Hechos:
El 13 de Abril de 2011 la Dirección de Industrias Titán decide combatir el ausentismo en la empresa, aplicando el artículo 52d del Estatuto de los Trabajadores, recientemente modificado por la Reforma Laboral del 2011.
En la mencionada fecha, la Dirección procede a despedir a un trabajador de Titán 3 amparándose en el mencionado artículo. Para ello decide escoger los dos meses con menos días hábiles, Enero y Febrero de 2011, ya que las jornadas laborales de Enero comenzaron el día 10 y Febrero sólo tiene 28 días. Eligió a un trabajador con una enfermedad que requiere temporadas de baja y asistencia continuada al especialista. Realizó el despido inmediato enviándole un burofax con el despido consumado, sin aviso previo ni comunicación alguna con el trabajador, incumpliendo el precepto legal de 15 días de preaviso. Consumó el despido en la última semana anterior a las vacaciones de Semana Santa, para anular cualquier posibilidad de reacción tanto del trabajador afectado como del Comité para defenderlo.
A) Primera reacción: Sorpresa, indignación, rabia, tristeza y muchas preguntas…
B) Segunda reacción: Analizar razones y objetivos.
¿Qué busca la empresa?, ¿Qué persigue? : Un triple objetivo:
1. Generar miedo. La pregunta obvia que todo el mundo comienza a hacerse es la siguiente: ¿Quién es el próximo?
2. Golpear a toda la plantilla, no solo a los supuestos casos de fraude o abusos, sino contra el abanico entero de ausencias, incluidas aquellas que son un derecho y que la ley no contempla como absentismo.
Si la empresa computa como absentismo todo, todo absentismo es un problema alarmante. Es un problema para la empresa que una mujer quede embarazada, que un trabajador se case, que un trabajador ejerza su permiso de paternidad, etc.
Un planteamiento grotesco y profundamente reaccionario.
3. Impedir la solidaridad. Que el trabajador despedido se sienta solo. Que la plantilla calle, por miedo a ser vigilado, perseguido y, llegado el caso extremo, despedido. Que hasta el último trabajador mire sumisamente para abajo.
C) ¿Por qué pasó esto?. Intentemos ir más allá del hecho en si.
La patronal viene bramando hace mucho tiempo al olor de la ampliación de sus beneficios, que comporta la reducción del absentismo.
Esta vieja reivindicación, de facilitar el despido por absentismo, se ha visto recompensada por el Gobierno en la reciente Reforma laboral y está presente en las negociaciones de la próxima Reforma de la Negociación Colectiva, y en la del propio Convenio de la Industria Quimica. Por eso, una vez allanado el terreno, los empresarios “más voraces y temerarios” han pasado a la acción para aumentar rápidamente la productividad.
D) ¿Cómo aplicar este plan? Una vez definido el objetivo hay que poner el proceso en marcha.
a) Crear una fuerza motriz que ponga el plan en movimiento: el miedo.
b) Como?: mediante un despido.
c) Elección del momento: Constitución del nuevo Comité, para probar su capacidad de reacción y de resistencia.
d) Elección de la victima: El que tenga el índice más alto de absentismo. En este caso una persona con una enfermedad mental que le interfiere su capacidad para trabajar, y que es difícil de controlar por la persona que la padece, lo que produce incomprensión y se confunde fácilmente como mala actitud.
e) Otros mecanismos que complementen el plan: Un Reglamento Interno, que persiga los malos hábitos de la mano de obra rebelde con el látigo invisible de las sanciones, y finalmente un comunicado de la dirección, recordando lo precario de la situación laboral y la necesidad de acabar con el absentismo, apoyándose en unas estadísticas tendenciosas y manipuladas, pero sin ninguna referencia al despido, que en todo momento subyace como amenaza velada para el resto de la plantilla. Porque a cualquiera nos puede pasar. Una mala racha de salud en dos meses, justificada, puede hacernos no asistir 9 días al trabajo.
Este es el broche de esta 1ª fase de la “operación absentismo cero”. Este es el plan.
La consumación del Despido sólo tiene “Razones Económicas”, que nos autolimitemos nuestros derechos más elementales sobre la salud. Hablan de que hay que aumentar un 10% la productividad reduciendo el absentismo, pero cuando la productividad aumenta el 10%, después van a por el 50%, y una vez que lo consiguen van por el 100%. Siempre van a por más.
Si se tratase realmente de un problema de absentismo, la Dirección hubiese tratado el tema con el Comité, o avisando previamente al trabajador para que pudiese enmendar su conducta. Pero ese no es el problema.
Se trata de que el trabajador trabaje las 1752 horas anuales que marca el Convenio, y así no tendrá ningún problema. Ahí está la razón, aumentar al máximo la producción del trabajador.
Nada de ponerse enfermo, nada de perder tiempo en la sala de bocadillo, nada de consultas al delegado, etc.
El absentismo y los malos hábitos son la excusa, tanto para el despido como para la imposición del Reglamento interno.
E) Los trabajadores también tenemos un plan.
Nuestro plan es distinto: No vamos a cambiar salud por productividad, no vamos a aceptar despidos, no vamos a dejar a ningún compañero abandonado, no vamos a callar, la razón es nuestra y la fuerza también.