miércoles, 29 de diciembre de 2010

2011 un año decisivo para nuestro futuro.


(Frente al pesimismo de la razón está el optimismo de la voluntad. A. Gransci.)

2010 ha sido un año nefasto para los intereses de los trabajadores, cosa que era harto difícil pues veníamos de un año, el 2009, donde la cristalización de la crisis mando al paro a millones de trabajadores en toda Europa y especialmente en España.

En el 2010 el Capital, rehecho de su desconcierto inicial y después de sustraer las reservas económicas de los gobiernos que corrieron a su rescate, pasaba a la ofensiva y decidía que para seguir su loca carrera hacia el beneficio absoluto de unos pocos, (aunque esto lleve al desastre total al resto del planeta y al planeta mismo) debía comenzar con el gran saqueo de los principales logros sociales que los trabajadores habíamos conquistado durante el siglo anterior.

Comenzaron, como buenos estrategas, por los eslabones económicos más débiles, primero Grecia, e Irlanda, y después Portugal y España, incluso Francia sufrió también los primeros ataques planificados (planes de ajuste) para acabar con nuestros derechos.

Reducción a la minina expresión de los gastos sociales, reformas laborales que abaratan el despido y recortan derechos, eliminación de las prestaciones por desempleo, con los consiguientes desahucios inmobiliarios y un aumento alarmante de la pobreza etc., etc.

La respuesta a estas agresiones ha sido desigual, siendo Grecia y Francia los que están al frente de la resistencia, mientras en el otro extremo podríamos situar a España con una respuesta tardía y sin continuidad, todavía.
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Todo esto seria suficiente para despedir el 2010 como el peor año para los trabajadores en muchas décadas, si no fuera porque el 2011, ya promete ser mucho peor, De entrada ya hay fecha para aprobar la jubilación a los 67años, (el 28 de enero), y para el aumento del 10% de las tarifas eléctricas y no serán las únicas agresiones, les sucederán muchas más, que dejaran nuestros salarios reales y nuestras vidas mermadas a niveles adquisitivos de los años 70.

Por eso el 2011 ha de ser el año de la recuperación de la lucha, del cambio a un modelo sindical, que tenga en la movilización larga y sostenida, la única respuesta a los recortes y el de la voluntad decidida de todos los trabajadores para enfrentar el desastre que se nos avecina.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen que esta es la mayor crisis desde la del 29. En la crisis del 29 los empresarios y los banqueros se suicidaban tirándose por las ventanas de sus oficinas. Hoy tirarse, lo que es tirarse, no es que se tiren mucho.